Revisando páginas sobre diseño, he encontrado ésta sobre la disparidad de género en el mundo del diseño, en la que el autor se pregunta por qué, si en sus cursos la proporción es, más o menos paritaria (o incluso, a favor de las mujeres), el mundo del diseño es predominantemente masculino.
Pero me sorprendía esta parte:
Otro tema común durante la discusión era el de los héroes. Existen pocas mujeres diseñadoras, y de ellas, pocas son conocidas superestrellas en la industria. Y de ellas, aún menos son conocidas como individuos fuera de la industria. La falta de visibles mujeres heroínas resulta en la falta de interés por parte de las mujeres.
Acaba de pasar el 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer… Evidentemente, terminar con la violencia contra la mujer es un primer paso evidente… pero otro reto debería ser eliminar la invisibilidad de las mujeres.
En el artículo se recuerda que, hace un tiempo si intentabas buscar en Google «she invented» (ella inventó), el buscador devolvía los resultados corrigiendo por «he invented», lo que evidentemente fue criticado.
Toñi dice
El autor se podría hacer la misma pregunta sobre las mujeres que estudian cocina, las que estudian empresariales, las que están en las ongs…..(por cierto, tenemos nueva directora de Greenpeace, Miren Gutierrez, poco habitual). Hay mujeres participando en todo tipo de ámbitos pero son muy pocas las que llegan a puestos de responsabilidad, ¿por qué?. En feminismo le llamamos «techo de cristal». Y es que la promoción profesional que requiere disponibilidad laboral suele coincidir con la etapa de la maternidad, crianza y cuidado doméstico. En definitiva, la mujer sigue renunciando a sus proyectos o interés para ocuparse del cuidado, mientras que los hombres, muchos, ni se enteran de qué es eso de cuidar, estar en una casa, hacer todos los días lo mismo, etc… Mientras los hombres no compartan el cuidado en igualdad, seguirán siendo ellos los únicos visibles en el ámbito público, mientras que las mujeres quedarán relegadas al ámbito de lo privado, lo invisible, lo que no tiene valor…. Afortunadamente todo esto va cambiando, pero muy lentamente. En mi opinión, si decidimos tener criaturas, las cuidamos los dos, renunciamos al espacio público los dos e intentamos promorcionarnos, proyectarnos, desarollarnos en los huecos que nos quedan, los dos, en igualdad de condiciones. De otra manera, en un futuro no muy lejano, todo esto nos pasará factura, y lo laboral es un ámbito, hay otros muchos. ¡Igualdad en tiempo y espacio!. Y corto el rollo que si no, hasta el infinito y más allá…..